Perdón, al fin y de antemano

Perdónenme si es que no les entiendo
si por momentos deben, a viva voz, repetirme el mensaje
si a cada paso interrogó las circunstancias
aunque encuentre las mismas respuestas
pido perdón, al fin y de antemano
porque ignoro su lenguaje, ese mismo que por azar compartimos
perdón porque ignoro lo que dicen, o lo que hablan
perdón porque no logro entenderles
y es que a veces no entiendo lo que nombran
cuando lo que exponen es solo parte de un absurdo destino
cuando lo que se parla es una pieza de texto dictada y aprendida
cuando ni siquiera ustedes entienden lo que me anuncian
o lo que me callan.

Pido perdón, al fin y de antemano
pido perdón por las locas mentiras y engaños
que año tras año se han vuelto verdad de rebaños.

Se los digo, que entiendo mejor los incomprensibles silencios
aquellos que no agobian los sentidos
silencios confusos y extensos
pero que aún así resultan más sencillos y verdaderos
que el sonido de la voz que ignora sus propios sonidos
¿Cómo creer en la voz ajena?
¿Cómo si nada es certero cuando hay tantas falsedades predispuestas?
Es mejor no embadurnarse de palabras ni esconder los mundos
los propios mundos que resultan alucinantes pero cerrados al público.