Silencio a voces.

Hay mucho ruido, todo hace bulla, todos se ríen, todos murmullan y este espacio se me ha convertido en el vacío que atrae toda insensatez de la humanidad, toda cordura, todo sonido, y cada uno de los maullidos, carcajadas, sollozos, murmullos y hasta los más recónditos secretos se van haciendo paso en voz por este caminito mío, sin embargo voy sintiendo el pleno silencio junto con la soledad que le acompaña, con los estruendos incautos y los cantos a desnivel, pero son solo las voces del viento las que logran colarse entre mis pestañas, es la incertidumbre auspiciada por la mudez de tu voz que se va contagiando al mundo que me acompaña. Todo se ha ido desvaneciendo en pequeños instantes de media voz, poco a poco solo logro escuchar mis suspiros y todo auspiciado por el incontenible silencio de vos y por la ausencia de respirarnos el uno al otro cómo conjugando todas los momentos sinfónicos de una vida. El corazón se me olvida, la piel se me hiela, las manos se me pausan y los músculos más minúsculos también se frenan, es casi cómo ir muriendo en el sencillo silencio, o en uno de los silencios que congelan y derriten, y que tal vez, de cuando en vez, anhelas pero evitas, de esos silencios que sientes en medio de una plaza, donde todo es ruido, donde todo se calla.